Viví en la ciudad durante un año durante un intercambio universitario en Finlandia. Me sedujo esta ciudad costera rodeada de bosque. Durante tu viaje por Finlandia, una visita Vaasa va de la mano con una naturaleza omnipresente. En invierno, el mar se congela. Hay más de 30 cm de hielo, así que podrás caminar por encima sin miedo.
El centro está formado por amplias avenidas y una gran plaza del mercado de arquitectura más bien moderna. Se puede apreciar una influencia rusa de finales del siglo XIX, como la iglesia ortodoxa rodeada de edificios de la misma época. Para ver una panorámica de Vaasa, sube los 200 escalones de la torre situada tras la comisaría central.
Podrás llegar a Suecia en ferry desde una isla conectada con Vaasa. Es una ciudad oficialmente bilingüe en finés y sueco.
Vaasa no es el destino más de moda durante un viaje por Finlandia. Fui en invierno, estaba completamente vestida de blanco. La vista del golfo es, cuando menos, desconcertante. Todas las extensiones de agua están cubiertas de una gruesa capa de hielo y por eso tanto los coches como las motos de nieve circulan por ahí a fin de alcanzar la zona industrial. Además, la nieve tiene ese algo de mágico que suaviza los rasgos del paisaje industrial, de estas fábricas y estas chimeneas que ocupan el lugar de honor en la isla frente a las orillas.
Por lo demás, pasearse por las orillas de Vaasa, es casi lo único interesante que se puede hacer. Con la excepción del concurso internacional de escultura sobre hielo, que es digna de ver si estás allí en el momento oportuno (en febrero). Entre las obras de arte, los juegos de luz que las iluminan y los muchos transeúntes que se desplazan hasta aquí, la ciudad cobra vida y se transforma.