A 60 km al sur de Coimbra, la hermosa villa de Tomar debe su fama al Convento de Cristo, que fue del siglo XII al XIV el "cuartel general" de los Templarios. Está inscrito en el patrimonio mundial de la UNESCO.
Aconsejo:
No dejes de visitar Tomar y su Convento de Cristo durante una estancia en Portugal. Cada 4 años se celebra allí la Festa dos Tabuleiros (Festival de las Bandejas): si no asististe en julio de 2015, ¡habrá que esperar a julio de 2019!
Mi opinión
No había previsto pasar la noche en Tomar, pero la riqueza arquitectónica de la ciudad me retuvo: no podía dejar la ciudad sin haber visitado el conjunto del Convento de Cristo y echar un vistazo a su patrimonio religioso. Así que me demoré un poco, ¡y no me arrepentí!
Pasé más de la mitad de un día recorriendo el Convento de Cristo que, antes de acoger a la Orden de Cristo, a partir del siglo XIV, era la sede fortificada de los Templarios en Portugal, hasta que esta orden fue disuelta en 1314 por el papa Clemente V. Situado en la cima de una verde colina que domina la ciudad de Tomar, este conjunto arquitectónico incluye edificios de diversas épocas, todos los cuales me impresionaron: el castillo fortificado y las murallas, la iglesia primitiva, la Rotonda (una iglesia octogonal inspirada en la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén), la bella iglesia manuelina añadida en el siglo XV, los diferentes claustros y la sala capitular... ¡Aquí tuve la impresión de tocar con el dedo los misterios de los Templarios!
Después pasé una noche agradable en el centro de Tomar. Al día siguiente visité muchas iglesias y la discreta sinagoga medieval, que es la mejor conservada del país. Hay que decir que a partir del edicto de 1496, los judíos fueron obligados a convertirse o salir de Portugal.
