Desde la independencia proclamada en 1964, Zanzíbar está experimentando una vida política inestable y agitada. Hoy en día, la isla está unida a Tanzania y su economía debe su bienestar a un fuerte desarrollo turístico.
Una vida política agitada
A pesar de estar unida a Tanzania, Zanzíbar tiene un estatus muy especial. Aunque los sectores importantes y estratégicos, como los ministerios de Defensa, Interior y Asuntos Exteriores, se rigen por el Gobierno de Tanzania, Zanzíbar está gobernada por su propio presidente, gobierno y ministros. Es un sistema bastante singular que no impide una situación política muy agitada.
Desde la independencia proclamada en 1964, el partido político en el poder es el mismo. El partido de la oposición, sin embargo, ha ido creciendo cada vez más. En las elecciones presidenciales que tuvieron lugar en 2010, el CUF obtuvo el 49,9% de los votos. La igualdad era casi perfecta y la elección se decidió por pocos votos. El candidato de la oposición fue nombrado Primer Ministro.
El CCMn, partido del actual presidente Ali Mohamed Shein, se ha visto, por tanto, obligado a gobernar con el representante de la oposición. Juntos deben enfrentarse a las crecientes reivindicaciones independentistas. El "Frente Islámico Unido" exige la plena independencia y no quiere tener nada que ver con el gobierno de Tanzania. También, se pide la consulta a la población por referéndum. Estas peticiones no están exentas de la violencia y en mayo de 2012 las iglesias fueron quemadas. Bien protegidos en los hoteles de todo incluido, los turistas no son conscientes de nada durante su viaje a Zanzíbar.
El turismo, insignia de la economía
Atrás quedan los tiempos en que Zanzíbar obtuvo su riqueza de las especias. Actualmente, es el turismo lo que trae dinero a la isla. Zanzíbar ha sabido adaptarse perfectamente a los flujos de visitantes. Hay que decir que la isla de Zanzíbar es de ensueño. Con largas playas de arena blanca y aguas turquesas, es el paraíso terrenal. Por desgracia, en lugar de preservar estas bellezas naturales, Zanzíbar ha tomado el camino del turismo de masas. Las costas se ven cada vez más como una sucesión de hoteles de lujo. Es una lástima. El tiempo dirá si es la opción correcta. Una cosa es cierta, durante tu viaje a Zanzíbar te será muy difícil salir de este turismo a gran escala y encontrar rincones tranquilos y salvajes.
