Conocí Sanahin por el cine La película de culto de Sergueï Paradjanov Sayat Nova está en parte filmada allí, y anhelaba descubrir este monasterio encaramado que parecia contener los secretos de la espiritualidad armenia.
Cual fue mi sorpresa al bajar del teleférico y encontrarme un montón de bloques de hormigón de la época soviética, colocados en esta meseta basáltica... ¿Un engaño? Mi siguente sorpresa fue la hospitalidad de los habitantes de Sanahin. Suburbios grises, la ciudad se transformaba con el sol oriental. Manvel, un joven apasionado, se apresuró a guiarme hasta el tesoro de su tierra natal...
Un sendero abrupto nos conducía por una subida hasta hacer desaparecer la ciudad. De repente nos encontrábamos encaramados a esta árida meseta rocosa tan típica del Cáucaso armenio. Entonces divisé la majestuosa silueta de las sobrias iglesias de Sanahin. Bloques negros de basalto, regios, elegancia dentro de la sobriedad... Este monasterio del siglo X, que fue uno de los más grandes centros intelectuales de la Armenia medieval, estaba más que a la altura de lo que me imaginaba. El refinamiento de los detalles, la nitidez: Sanahin porta sobre ella la grandeza mística que le han concedido sus monjes fundadores.