Estuve dos veces en Adelaida y la ciudad, aunque es encantadora en un primer momento, puede resultar algo aburrida y como sumida en un letargo. Aunque la comida es buena, y también los vinos, durante una estancia en Australia, optaría por sus dos hermanas mayores, Melbourne y Sydney, que ofrecen más actividades turísticas para el visitante.
Has de saber que Adelaida cuenta con el centro comercial más grande de todo el hemisferio sur, ideal para los aficionados a las compras, y la estación de tren de la que parte el impresionante Ghan, el tren australiano que divide en dos el país hacia el norte, desde Darwin, cruzando por impresionantes paisajes desérticos.
Además, Adelaida es una puerta de entrada ideal a la sierra de Flinders, al norte, y el comienzo del desierto rojo.
La distribución de las calles de Adelaida se asemeja a la de las de Nueva York; pero ahí queda toda comparación posible. De hecho, puede bien ser la capital de la Australia meridional y por tanto la ciudad más poblada de este estado, pero el ancho de sus calles hace que nos olvidemos de ello.
Esta ciudad cuenta con numerosas zonas verdes, pero he de reconocer que tampoco es que me llamasen mucho la atención. En cambio, si como yo os gustan las vistas panorámicas, tenéis un punto de paso obligatorio en Mont Lofty, punto culminante del macizo de idéntico nombre. Desde él tendréis unas impresionantes vistas de Adelaida.
En el aspecto cultural, en Adelaida existe un amplio abanico de ofertas. Tanto la Galería de Arte, como el Museo de Australia Meridional y el Museo de la Inmigración tienen la mejor forma de hacer que os adentréis en la historia y la cultura no sólo de Adelaida, sino de todo el estado.
Finalmente, si al final del día os quedan fuerzas, os recomiendo que visitéis el barrio de North Terrace al caer la noche. Es el barrio estudiantil por excelencia, donde disfrutaréis de alocadas noches en perspectiva, y de donde guardaréis buenos recuerdos de vuestro viaje por Australia.
Los australianos dan a Adelaida el nombre de "la ciudad de las iglesias" ¡porque en ella se cuentan por decenas! Es una pequeña ciudad muy agradable donde se vive bien. Hay numerosos museos, como el museo de arte, para los amantes del arte contemporáneo, mercados y también una vida nocturna muy animada en la que podrás conocer a los australianos.
Durante tu estancia en Adelaida te aconsejo ir una tarde a Victor Harbor, que es una pequeña aldea al borde del mar donde, según la época del año, podrás ver pequeños pingüinos y focas, deambular ¡y recorrer la isla en un paseo!
Adelaida se encuentra, igualmente, a algunas horas del valle de Barossa, que es la región vitícola más antigua de Australia y donde los paisajes son magníficos. Esta región merece un alto durante tu visita australiana.