Durante nuestro viaje a Canadá, nos quedamos más tiempo de lo previsto en Roberval, que celebraba las fiestas de la sexagésima Travesía Internacional del Lago Saint-Jean. Desde 1954, los nadadores recorren 32 kilómetros, desde Peribonka hasta Roberval. Aquel año, el tiempo no era precisamente el ideal (hacía mucho viento y la temperatura era de unos 20 grados), así que algunos nadadores se vieron obligados a abandonar. Sin embargo, había mucho ambiente a orillas del lago y los dos orgullosos ganadores llegaron al mismo tiempo a la meta.
Tras darnos un bañito en la playa municipal, recorrimos la ciudad admirando sus preciosas casas típicas, que algunos opinan que son demasiado antiguas. Me sorprendió el color de té helado que tenía el lago. Después de preguntar a algunos habitantes, me enteré de que ese color tan raro se debe a los vegetales que colorean el agua de los ríos que desembocan en el lago Saint-Jean.
Un ambiente festivo reinaba en esta ciudad de 12.000 habitantes. El tema de nuestra primera noche era «Baile social y country» y decenas de personas bailaban al ritmo de la música tocada por una banda en vivo. ¡Era impresionante ver a tantas generaciones distintas que sabían bailar country!