Tras conocer la acogedora ciudad de Puerto Varas, nos dirigimos a Ensenada, el punto de entrada al Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, uno de los parques más hermosos de la Región de los Lagos.
Recorrimos un camino que atravesaba el bosque de arrayanes y de coihues (o coigües), los árboles más emblemáticos de la región. Nuestro destino era la playa de Petrohué, donde es posible tomar una pequeña embarcación para visitar el lago Todos los Santos y los famosos Saltos de Petrohué.
Al llegar a nuestro destino, quedamos impresionados por la belleza del lago Todos Los Santos, cuyas agua eran de un precioso color turquesa. Toda la zona era muy agradable y pudimos observar a algunos hombres pescando con mosca. Las aguas del parque albergan numerosos salmones y truchas. De hecho, tuvimos la oportunidad de probar un excelente pescado durante nuestra estancia en Puerto Varas.
Tras varios minutos navegando, llegamos a los Saltos de Petrohué. Frente a nosotros se alzaba una cascada disimulada entre la roca volcánica que vertía sus aguas glaciares emitiendo un fuerte rugido. No es comparable a las Cataratas del Niágara ni las del Iguazú, pero el paisaje era igualmente impresionante. A lo lejos, se podía vislumbrar la cima nevada del volcán Osorno.
Los amantes de los deportes náuticos pueden practicar kayak y rafting en las aguas del río Petrohué.