Testimonio excepcional de la arquitectura y la estructura económica y social de las dinastías Ming y Qing (siglos XIV-XX), ha sabido conservar, a lo largo de los siglos, todo su esplendor. Incluso hoy en día, las casas, las tiendas y los edificios religiosos revelan el pasado glorioso y próspero de la antigua capital del pueblo han, que fue también el mayor centro financiero de China durante el s. XIX.
Pero Pingyao no es una ciudad parada en el tiempo, sino todo lo contrario. No podemos recomendar lo suficiente que dediques unos días a visitar la localidad para sumergirte plenamente en su ambiente y descubrir su increíble riqueza histórica.
Entre las actividades disponibles, figuran: visitas a las murallas, museos, templos, bancos y casas antiguas, paseos en bici para recorrer la ciudad y excursiones a los templos de Shuanglin y Zhenguo, dos grandiosos lugares que no te puedes perder.