Las razones para un viaje a China son numerosas y un apasionado las nombraría por decenas. Pero si un viajero quiere quedarse solo con las básicas para decidirse a viajar a esta extraña tierra, aquí tienes las 5 que yo sugeriría:
Los viajes a China son para comer bien. Olvida las descafeinadas copias de restaurantes chinos que hay en Europa: de norte a sur y de este a oeste, la cocina china es muy diversa y los sabores son muy variados. Tu paladar será complacido y la gastronomía constituirá uno de los puntos fuertes de tu viaje. El pato lacado de Pekín, la fondue china, los raviolis tostados, el guiso de pescado picante de Sichuan, el dim-sum de Cantón.... ¿Y si dejas que la gula a guíe tus pasos?
¿La monotonía de viajar? No para ti... Descubrir China es un antídoto contra el aburrimiento. En un país donde los contrastes son los reyes, nunca dejarás de sorprenderte. Con una gran brecha entre las ciudades y el campo, la yuxtaposición arquitectónica de lo antiguo y lo moderno, el variado paisaje y la diversidad de su población, ¡las sorpresas serán muchas durante tu viaje!
En un momento de contínuo pesimismo económico y crisis que nunca terminan, toma un baño de rejuvenecimiento y sumérgete en la energía del nuevo corazón económico mundial. En las trepidantes Shanghái, Hong Kong y Cantón, como en otras partes de China, no permanecerás indiferente ante las vibraciones de esta nueva economía en un país lleno de contrastes y sorpresas. Probado y comprobado en varias ocasiones: pasar algún tiempo en China te permitirá recargar las pilas.
Más que cualquier otro país, China está bajo la atención de los medios y muchas veces para lo peor. El "peligro amarillo", un concepto acuñado en el siglo XIX, sigue estando todavía de actualidad. Pero, tal vez, ésa sea la mejor razón para ir a China: dejar los prejuicios a un lado y salir al encuentro de la realidad del país: comparar las proyecciones y fantasmas occidentales con la vida real en el Imperio del Medio Oriente. Fórmate tu propia opinión sobre este país nada convencional y no te sentirás decepcionado, porque una cosa es cierta: China es mucho más rica de lo que parece en los medios de comunicación occidentales y no te dejará indiferente.
La belleza de la naturaleza se conjuga en plural en China. En un país del tamaño de un continente (China es 17 veces más grande que España), tendrás mucho donde elegir ¡para disfrutar de algunos de los paisajes más hermosos del mundo! Un panorama de un brillante verde brillante en los arrozales del Espinazo del Dragón, las vertiginosas montañas de Sangri-La, los montes cársticos que se asientan sobre la bruma del río Li, el infinito desierto de Taklamakan... La naturaleza revela aquí su mejor cara.
Ahora que el mundo entero se ha convertido en territorio de los viajeros, ya no hay muchos países que supongan un verdadero cambio de escenario o un descubrimiento. En China, mucho más que en cualquier otro lugar, experimentarás esa gran alteración que supone sumergirse en una cultura totalmente diferente, comenzando, simplemente por el idioma. Aunque los carteles están escrito en caracteres occidentales en grandes ciudades como Shanghái o Pekín, está lejos de ser la norma en el resto del país. Más allá de la lengua, escrita o hablada, es su forma de pensar, de ver el mundo, lo que es diferente. Bienvenido a un mundo totalmente nuevo...
Descubre todas nuestras ideas para un viaje a China.
En general, la primavera y el otoño son las épocas más propicias para visitar China. Los meses de octubre, abril, mayo y, en menor medida, septiembre son los más populares, tanto para los visitantes chinos como para los extranjeros. Las temperaturas son agradables en casi todas partes con, relativamente, pocas precipitaciones, y la vegetación y los colores son especialmente bonitos en esta época. Evita, sin embargo, las fiestas nacionales, cuando las grandes ciudades y los principales sitios turísticos son visitados en masa.
Es cierto que el invierno no es la temporada ideal para visitar China. El noreste, el interior de Mongolia, la Ruta de la Seda, Sichuan y la meseta tibetana son zonas conocidas por sus inviernos extremadamente duros y sus grandes ciudades no son inmunes a ello. En Shanghai y en el centro, el sur y el suroeste, aunque las temperaturas son más suaves, los días son muy cortos y el clima invernal es, a veces, un poco deprimente. Pero la parte positiva es que es también el momento en el que ¡los precios son más bajos! Como excepción a esto, está el período del Año Nuevo Chino. En definitva, es mejor optar por el invierno, el final del otoño o el inicio de la primavera.
China también está expuesta a una fuerte temporada de lluvias, más pronunciada a medida que se va más al sur. El verano es, efectivamente, sinónimo de monzones, especialmente en la zona de Shanghai y del centro, así como en el sur. El calor, sumado a la humedad, puede llegar a ser abrumador, por lo que, un consejo: las almas sensibles (a la humedad), mejor que se abstengan.
Consejos de viaje de nuestras agencias locales a China.
Los mejores lugares por descubrir.
Para entrar en China, vas a necesitar un visado. Podrás solicitar el visado en el centro de visados de tu región. O también puedes ponerte en contacto con el centro llamando al 0034-913145918 o enviando un correo electrónico a la siguiente dirección de correo: madridcenter@visaforchina.org
El visado solo será válido durante 30 días en un periodo de un mes y no podrás entrar más de dos veces en el territorio. Por tanto, se recomienda que pidas el visado como máximo unas 2 ó 3 semanas antes del viaje para que no caduque. El plazo para obtener el visado es de unos 5 días laborales una vez que hayas entregado toda la documentación. Cuenta con que tendrás que pagar por lo menos unos 50 euros por persona.
Para entrar en el país no es obligatorio ponerse ninguna vacuna. No obstante, el centro de vacunación internacional recomienda que se pongan al día las siguientes vacunas: difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis, sarampión, hepatitis A y B, paperas, rubeola y tifoidea.
Algunos médicos te recomendarán también que te vacunes contra la encefalitis japonesa (una enfermedad asiática que se transmite a través de las picaduras de mosquito en algunas zonas rurales) y la rabia.
Hay que tener en cuenta algunas medidas de higiene como lavarse las manos, pasar las frutas y verduras por agua, beber agua embotellada, protegerse contra los mosquitos y mantenerse alejado de animales vagabundos.
Pekín y algunas ciudades del norte tienen unas tasas de contaminación muy altas. Para aquellas personas que sean sensibles, lo mejor es evitar los esfuerzos físicos y reducir el número de actividades que se realizan en el exterior. Además, será necesario que lleven una máscara.
Si estás en China y quieres llamar a España, tendrás que marcar el prefijo +34 ó 0034 más el número de la persona con quien quieres hablar.
Para llamar a China estando en España, marca el prefijo 0086 ó +86 y el prefijo de la ciudad (sin el 0) y luego el número de la persona en cuestión.
También podrás encontrar un sinfín de cabinas telefónicas desde las que podrás llamar con tarjetas prepago, las "IP ka". Otra opción es utilizar tu propio móvil, pero a sabiendas de que la llamada te va a salir por un pico. Si pretendes quedarte por una buena temporada, lo mejor es que te compres una tarjeta SIM local.
En cuanto al acceso a internet, no tendrás problema para encontrar una red WiFi en los hoteles y hostales de las zonas urbanas. Sin embargo, ten presente que las redes están bastante controladas y restringidas. Esto no será plato de buen gusto para los amantes de las redes sociales, pues la mayor parte de esas páginas están prohibidas.
Para recargar tus dispositivos electrónicos, tales como cámaras, móviles u ordenadores portátiles, vas a tener que hacerte con un adaptador, pues la corriente en China es de unos 220V/50Hz.
Además, según la zona en la que te encuentres, vas a ver que puede llegar a haber 3 tipos de tomas de corriente diferentes. Te aconsejo que te compres un adaptador que tenga un enchufe con dos clavijas planas (tipo enchufe estadounidense), otro de 3 clavijas planas y otro más de estilo británico, es decir, con 3 clavijas planas y un fusible. De este modo, podrás cargar tus dispositivos sin problema en cualquier parte.
Aquí tienes algunas direcciones que podrán serte de utilidad para antes de salir de viaje y cuando estés en el país:
La Embajada de la República Popular China en España se encuentra en esta dirección: C/ Arturo Soria, 111-113, 28043, Madrid. También puedes contactar con la Embajada llamando al +34 91 741 47 28.
Este párrafo no tiene traducción en la versión española.
La Embajada de España en China (Xībānyá Dàshǐguǎn) está situada en la siguiente dirección: Chaoyang Qu, Sanlitun Lu, 9 - 100600 Pekín (Beijing). En caso de emergencia, puedes llamar al número de la Embajada: (+86 10) 6532 3629. La Embajada también avisa de que: "Durante las horas de cierre existe un contestador automático que facilita un número de teléfono para atender las eventuales urgencias que, por motivos justificados, no puedan esperar a ser atendidas en horario de apertura".