En mitad de los arrozales y entre exuberante vegetación, la aldea se dibuja a lo largo del río Lingxi. Aunque de difícil acceso, la calurosa bienvenida de sus habitantes y el espectáculo que se presenta a la llegada merecen el largo (y, a veces, ¡caótico!) trayecto.
El pueblo es famoso en todo el país, ya que alberga uno de las curiosidades arquitectónicas más célebres de la región: el puente Yongji, magnífico edificio clasificado por la UNESCO y objeto de muchas leyendas. Con sus 70 metros de largo y sus cinco columnas delicadamente diseñadas, el puente del Viento y la Lluvia es uno de los más impresionantes del pueblo dong.
Si dispones de tiempo, disfruta de la experiencia de hacer una ruta de senderismo por esta zona rural, ubicada entre arrozales, y descubre otros pueblos muy auténticos, con sus puentes de madera.