El paisaje del oasis de Bahariya es fascinante, con las altas montañas que lo rodean, sus plantaciones de dátiles y sus revitalizantes manantiales. Bahariya también es famosa por los descubrimientos arquitectónicos que han tenido lugar allí en los últimos años: las famosas «momias de oro». Desde 1996, se han registrado más de 205 momias, testimonio de la prosperidad de Bahariya durante el periodo greco-romano y de la lucha entre Ptolomeo y los romanos por controlarla.
Lo que más me gustó fue parar en Bawiti, la capital administrativa de Bahariya, una tranquila localidad agrícola con callecitas de arena. Bawiti encierra dos tesoros: unos exuberantes palmerales y unos revitalizantes manantiales de agua caliente. Te aconsejo que te detengas en los manantiales romanos de El-Beshmo por sus vistas de los jardines del oasis y del desierto, así como en el manantial de Bir al-Ramla, al norte de la ciudad, donde podrás darte un baño en aguas sulfurosas a más de 40°. Después, continúa tu excursión visitando Qarat Qasr Salim, un pequeño montículo en el centro de Bawiti donde se encuentran los restos de dos tumbas antiguas de la dinastía XXVI.
Durante tu estancia allí, te recomiendo visitar también el Oasis Heritage Museum, con unas reproducciones en arcilla de escenas cotidianas de un pueblo tradicional.