Destruida casi por completo tras un episodio de peste bubónica en el siglo XVIII, después un incendio en el XIX, después arrasada por las dos guerras mundiales, decir que quedan muchos lugares históricos en Šiauliai sería mentir. La ciudad de unos 120.000 habitantes desgraciadamente casi no tiene interés turístico, una pequeña ciudad moderna y apacible.
Sin embargo, a pesar de esa primera impresión de falta de interés, encontré un cierto encanto y una cierta autenticidad en Šiauliai, cuyo pasado soviético parece más presente que en las otras ciudades del país. Su calle principal peatonal bastante animada y su iglesia que data del siglo XVIII son, sin duda alguna, los puntos fuertes de la ciudad. No obstante, incluso si la ciudad representa una buena base para explorar la región, aconsejaría a cualquiera que fuese allí que privilegiase una estancia en la naturaleza, el verdadero punto fuerte del país.