Fue un refugio de los holandeses en el siglo XVII y un puesto comercial durante la colonización francesa. Todavía se ven en las rocas inscripciones que dejaban los marineros holandeses en la playa del mismo nombre. También siguen ahí las tumbas de los primeros pobladores de la isla.
Pero en la isla de Nosy Mangabe, lo más impactante es la naturaleza, ¡exuberante! Una rareza del lugar es que la isla está cubierta de un bosque húmedo que baja desde los 1300 metros de altitud hasta prácticamente la orilla del mar. Nadar a pocos metros de un bosque donde las copas llegan a alcanzar los treinta y cinco metros de altura no pasa cada día, ni siquiera durante un viaje por Madagascar...
Al ser una isla, en Nosy Mangabe abundan mucho los reptiles. Incluso existe una boa que es endémica de la isla. También abundan los lémures, como el aye-aye, nocturno y de extrema rareza, y los anfibios, camaleones, insectos, etc.