La dificultad para acceder a esta zona ha creado un laboratorio natural con una fauna y flora únicas, reservada por mucho tiempo para los científicos. En un paisaje de acantilados escarpados, en donde la altitud oscila entre los 75 y los 2.132 metros, los arbustos y líquenes cuelgan de los árboles. El dosel forestal de baja altitud alcanza los 35 metros. Se han identificado más de 275 especies de helechos. A partir de los 1.400 metros, los árboles se tornan más mustios.
En cuanto a la fauna, se identifican 11 especies de lémures de los que el propithecus sedoso está muy amenazado. Junto a ellos se encuentran 115 especies de pájaros, como el águila serpentaria, además de 148 especies de reptiles y anfibios, un tercio de los presentes en la isla. Marojejy es un lugar muy poco conocido, alejado de los sitios convencionales en tu viaje por Madagascar.