La región de Santa María es propicia para observar ballenas jorobadas que acuden allí para reproducirse entre julio y septiembre. Los saltos, los juegos de aleta, en definitiva, ¡el baile amoroso de estos cetáceos es un espectáculo que no debes perderte durante tu viaje a Madagascar!
Sólo se puede acceder a la reserva de Ambatovaky navegando durante dos horas a lo largo del Marimba. La reserva tiene una extensión de 60.000 hectáreas. Allí se pueden observar una decena de especies de lémures, o el águila culebrera azor, una de las especies de rapaces más raras del mundo.
En cuanto a la tradición, algunos días son sagrados en esta región. ¡Por lo que nunca verás a un campesino utilizar una herramienta metálica o ocuparse de los arrozales un martes, un jueves o un domingo!