Sabah esconde numerosos tesoros, muy diversos, todos ellos relacionados con la naturaleza. Un lugar imprescindible por el que deberás pasar durante tu viaje por Malasia.
Aconsejo:
Entre el ascenso al monte Kinabalu, submarinismo por el mar de Célebes, y observar a los monos en sus reservas o en los centros de rehabilitación,, tendrás muchas cosas que hacer en el estado de Sabah.
Mi opinión
Y de repente, ¡lo hice! Venía de Sarawak, y ya había tenido una vista previa de la omnipresencia de la naturaleza, especialmente en el parque de Bako. Al llegar a Kota Kinabalu, su ciudad principal, puse directamente los pies en el parque nacional con el mismo nombre, solo para dar una vuelta de reconocimiento y ubicarme antes de lanzarme dos días más tarde al ascenso del monte Kinabalu. También daríamos una vuelta por el mar para colocar la toalla y el bañador en la arena blanca de la isla de Mamukik, en el parque nacional frente a la ciudad.
Podría hablarte de Sandakan, de Sepilok y la selva, de animales insólitos (ardillas y lémures voladores, gibones, monos narigudos, orangutanes, bucerótidos, loris perezosos...), de los sonidos a veces inquietantes de la naturaleza...
Pero el recuerdo más bonito de mi paso por Sabah es sin duda el extremo este de la isla de Borneo, y mis instructivas inmersiones durante el advanced open water para tener la oportunidad, momento culminante de mi recorrido, de bucear por los fondos marinos de la maravillosa isla de Sipadan. Las aguas son cálidas y turquesa, los peces son de todos los colores. No hay ni tiburones, ni tortugas ni nada por el estilo. Cada inmersión me dejaba más fascinado...
Si hay que resumir, y por si no he sido demasiado claro, corre y piérdete en Sabah.
