La isla Senja es uno de mis lugares favoritos. No sólo me alojé con una familia noruega en un pueblecito de pescadores, sino que la misma naturaleza es sencillamente maravillosa.
El sur está compuesto más bien de valles, mientras que el noreste más turístico concentra todos los picos afilados que se hunden en el mar como el Tunggeneset, o incluso los fiordos, siendo el Bergsfjord el más conocido. Los aficionados a las caminatas no se sentirán decepcionados, el camino Senja på langs atraviesa una buena parte de la isla en 5 días. Una experiencia singular aunque extraordinaria que te recomiendo probar. Por último, numerosos museos como el Senjamuseet, el Museo Midt-Troms y el museo en Kaperdalen, te permitirán hacer visitas variadas.
La verdad, te recomiendo que vayas a la isla Senja por su gran variedad, y porque para mí es un lugar imprescindible en todo viaje por Noruega.