La naturaleza viva del parque nacional de Pieniny da lugar a unas panorámicas preciosas de colinas y montañitas que se elevan hasta unos mil metros. Un gran número de especies de animales y plantas habitan este espacio natural. También abundan en el valle de los Pieniny los ríos, arroyos y lagunas, que harán las delicias de los amantes del piragüismo y del rafting. Concretamente, el río Dunajec, que marca la frontera con Eslovaquia, es famoso por sus gargantas y cañones pintorescos.
Unos cuarenta kilómetros de senderos recorren el parque nacional de Pieniny. Me encantó hacer algunas rutas, sobre todo el ascenso al pico de las Tres Coronas (en polaco, «Trzy Korony»). Las vistas panorámicas del entorno natural y de las cumbres vecinas son espectaculares. Es un lugar tranquilo y alejado del mundo, muy recomendable para cualquiera que viaje a Polonia.