El monasterio Santa Maria da Vitória de Batalha es uno de los más bonitos que puedes descubrir en medio de tu viaje a Portugal. Al oír la historia de su construcción, ¡pensé en cómo han cambiado los tiempos! En vísperas a una batalla en apariencia desesperada (las fuerzas portuguesas se encontraban en clara inferioridad) el rey Juan I prometió a Nuestra Señora de la Victoria ¡que edificaría este monasterio si lograba vencer!
El rey cumplió su promesa, ¡y de qué manera! La fachada exterior, los pórticos, la nave abovedada, la capilla del Fundador, el claustro real, construidos a partir de 1388, constituyen la expresión más hermosa posible de gótico flamígero, enriquecido con arquitectura manuelina, y toda una profusión de esculturas y lacerías con motivos vegetales y animales... ¡Un lugar indescriptible!
Durante mi visita me enteré de que el rey Juan I no ha sido el primero en ser enterrado en Batalha: la tumba de su célebre hijo Enrique el Navegante está situada a su lado, en la misma capilla del fundador.