En Carabane se detiene el tiempo o, más bien, se detuvo hace mucho tiempo. Me he encontrado con el ambiente perezoso y lánguido de las islas tropicales. Los niños juegan en la arena, las mujeres se trenzan el pelo y todos nos bañamos, paseamos y descansamos. Para mí es uno de los lugares de la región de la Casamance más agradables para bañarse y nadar tranquilamente. Además, en una de las zonas en las que el agua del río es más clara.
Los aficionados a la pesca mayor podrán unirse a una de las salidas organizadas por los habitantes de la zona (previo encargo) para ir a pescar al mar. Los demás, podrán quedarse en la playa tomando el sol y bañándose. En la playa principal hay numerosos hoteles y campamentos, con terrazas a orillas del mar. Considero que son los lugares más agradables para cenar: allí puedes comer pescado fresco mientras admiras las vistas del río y de la Casamance.
En el pequeño pueblo hay dos bares, en uno de los cuales se organizan agradables conciertos nocturnos. También hay tres tiendas de comestibles y algunas tiendecitas de recuerdos y de artesanía local. Aparte de eso, no hay mucho más de interesante, salvo los encantadores habitantes de la isla, la arena y las palmeras. ¡Una maravilla!
Desde Elinkine, hice como la mayoría de los turistas que se aventuran en Casamance: me subí en una piragua para llegar hasta la isla de Carabane, tras atravesar el río durante poco más de treinta minutos. Atraqué en el nuevo pontón, construido en 2014, que, por desgracia, hace que la isla parezca menos salvaje.
Pero bastan unos pasos para descubrir la inmensa superficie de arena blanca sembrada de cocoteros. El paisaje es paradisíaco. No muy lejos de ahí, los mangles sumergen sus enormes raíces en el agua salobre de la desembocadura de la Casamance. Aquí, los manglares son magníficos, sobre todo porque acogen a una fauna muy rica, compuesta principalmente por numerosas especies de aves.
Aficionada a la historia, también supe que la isla contó con la primera factoría francesa de Casamance sobre el año 1836. Y que Carabane cuenta con una rica historia, protagonizada por el comercio europeo, la esclavitud, la evangelización por parte de los misioneros...