Si te gusta relajarte, descansar en playa o incluso recibir masajes, este es tu destino ideal. Mui Ne es un pueblo de pescadores ; pude disfrutar de parrilladas de marisco que seguro que a ti también te encantarán. Las encontrarás a la orilla del mar. Es una ocasión única para mezclarte con los habitantes locales. Sin embargo, la razón por la que Mui Ne no me conquistó del todo es que el turismo contamina la ciudad. Hay demasiada gente reclamándote todo el rato.
Mui Ne ofrece numerosas actividades náuticas, sobre todo kitesurf y windsurf.
Alquilé una moto e hice el circuito que aconsejan por esta zona: visité las dunas rojas, después las dunas blancas y, por último, el cañón del arroyo de las hadas. Sin dudarlo, las dunas blancas son lo mejor. El lugar es más recogido, cerca del lago, y todavía no es demasiado turístico.
La ruta por el cañón del arroyo de las hadas es corta pero agradable. ¡Me encantaron los colores de los paisajes!
La localidad de Mui Ne posee una calle principal que no te puedes perder. Pasé una estancia muy agradable gracias, sobre todo, a las personas que conocí.
Lo que más me gustó: el recorrido en 4x4 por las dunas de arena. Pasé medio día inolvidable con una encantadora pareja de vietnamitas. La extensión no era muy grande, pero supone un cambio total de escenario. La visita se combina con el paso por unos cañones atravesados por un río. Me encantó poder caminar a solas por la costa en este paisaje diferente.
La playa de Mui Ne no tiene mucho de interés. Tiene una parte de hormigón y es minúscula; he visto otras mucho mejores durante miestancia en Vietnam. Por el contrario, los restaurantes son realmente buenos y muy agradables. Las vistas, el aire puro y el ambiente relajado convierten a Mui Ne en una parada imprescindible para los amantes del pescado y el marisco.