Pasé casi una semana en Eraván, que me sirvió de base para explorar el centro del país, y tengo que decir que esta ciudad me sedujo enormemente. No necesariamente por su belleza o por la riqueza de su edificios históricos (aunque el centro presenta bellas avenidas del siglo XIX), sino porque la vida es al mismo tiempo tranquila y frenética y porque uno se siente muy bien allí.
Erevan ofrece muchos parques y terrazas de cafeteros para sentarse y ver pasar la animación de las calles de la ciudad. Numerosos restaurantes te esperan para probar las delicias de la cocina local, mientras que Ereván presenta una gran actividad cultural que va desde los numerosos teatros a las galerías y salas de concierto. Es sin duda alguna el destino imprescindible de un viaje al país.
Ereván es mi lugar preferido de Armenia. Tenía intención de quedarme solo tres o cuatro días, pero al final me quedé ocho noches.
Le aconsejo a los aficionados a la cultura que vayan una noche a la ópera de Ereván. ¡Es muy bonita y hay espectáculos todas las noches! Asistí a un concierto de música folclórica y bailes tradicionales: 2h30 de espectáculo por 2,50 €. Guardo un muy buen recuerdo. Te garantizo que te sumergirás en la cultura local.
Además, creo que es muy importante comprender la historia de Armenia y su intenso pasado, que sigue muy presente en la actualidad. Armenia guarda un amargo recuerdo del genocidio (jamás reconocido) que cometió Turquía. Te animo a que visites el museo del genocidio. Una visita ineludible.