Durante mi viaje por Benin tuve algunos problemas con el vehículo de mis amigos, pero en Savalou, encontramos a los mejores mecánicos del país. Savalou no tiene demasiado interés turístico. Sin embargo disfruté de las pocas horas y la noche que pasamos allí.
En noviembre el cielo está cargado de polvo, un poco asfixiante y amarillento. A lo lejos, aparece una curiosa colina en el horizonte (agricultura de tala y quema). Savalou se parece a los pueblos que íbamos pasando por la carretera, pero cuanto más nos acercábamos al norte, más descubría el ambiente rural casi pastoral que parecía reinar en la región. La presencia de Poulas es cada vez mayor.
Anécdota: te recomiendo los guisantes de Savalou. Por la noche pedimos comer en un bar. Les había pedido pollo. Después de una hora esperando, sin que el camarero nos dijera nada, al final no había nada de pollo, solo las patatas. Pero el pollo me lo cambiaron por unos guisantes muy bien cocinados. El día había sido largo, y esa anécdota nos hizo reír bastante. Un consejo: pregunta siempre lo que hay en la cocina antes de mirar la carta.