Jericoacoara es un destino deportivo, pero tan lleno de gente y de tan difícil de acceso que no puedo recomendar esta playa para los amantes de los deportes acuáticos. Hay muchas opciones de paseos en buggy, a caballo, en 4x4 y algunos enclaves son magníficos.
La Pedra Furada es una formación geológica muy interesante y es emblemática del lugar.
El agua del mar es cristalina, caliente, y el viento lateral dirige las olas en paralelo a la playa, cosa que es curiosa de ver.
Hay mucha gente que sólo viene por el kite y el windsurf , y el lugar tiene fama mundial.
La ciudad tiene buenas infraestructuras y opciones de alojamiento y restauración.
Para los que sólo quieran nadar y bañarse, hay playas más accesibles e igualmente bonitas que Jeri.
Cuando uno decide alojarse a más de 5 horas de carretera de una gran ciudad (en este caso, Fortaleza), lo que espera es encontrar tranquilidad y playas poco transitadas. Sin embargo, fue toda una decepción descubrir que esta ciudad se ha hecho muy popular y que sus calles están invadidas por tiendas y restaurantes con una pésima relación calidad/precio. Si lo que buscas es tranquilidad, es mejor que te alojes en la playa de Preá. No obstante, siendo justos, los paisajes de sus alrededores son asombrosos.
Jericoacoara supone un excelente punto de partida para realizar excursiones en buggy a sus múltiples lagunas, la Lagoa Azul es la más visitada. Una de las excursiones que más me gustó fue la de Tatajuba, que dura todo un día. Atraviesa por unos bonitos manglares y permite observar y pescar caballitos de mar en uno de los brazos del río. Jericoacoara es también un lugar de vacaciones ideal para los amantes del kitesurf. No hay nada mejor que acabar el día como es tradición en este lugar, disfrutando de la puesta de sol en la duna de Por do Sol.
Acuérdate de sacar dinero en efectivo antes de visitar Jericoacoara, ya que solo hay un cajero que no siempre funciona y las actividades se deben pagar en efectivo.
Tras vivir en Brasil durante un año y medio, no dejaba de escuchar a mis amigos hablar de que Jericoacora era un lugar de visita obligada en Brasil.
Así que aprovechando un día de fiesta, fui a conocer la que muchos consideran la playa más hermosa de Brasil
Tras 5 horas de autobús pasando en medio de las dunas desde Fortaleza, fui primero a recorrer el centro de este pueblo de pescadores. 5 ó 6 calles abarrotadas de hoteles y restaurantes para viajeros. Demasiado congestionado para mi gusto, me fui rápidamente a la playa de Jericoacoara... y desde luego entendí por qué mis amigos me habían recomendado el lugar.
Dunas, lagunas de agua transparente, manglares, Jericoacoa es un entorno realmente paradisíaco. Hamacas en el agua, extensiones de arena blanca y vientos fuertes, ideales para la práctica de deportes náuticos. Jericoacoara satisface todos los deseos. Como me gusta mucho caminar, rechacé las excursiones en 4x4 que se ofrecen en todos los hoteles para ir a pie a los lugares más conocidos de la playa. La famosa Pedra Furada, a 2 horas de marcha por la playa de Jericoacoara, es sin duda alguna el paseo que más me gustó.