La mayoría de los ferrys que comunican con el continente llegan a Supetar. Por eso es normal durante un viaje a Croacia, pasar por Supetar cuando se va a Brac.
Esta pequeña ciudad, cuya actividad se centra sobre todo en su puerto, es muy agradable. Las playas de guijarros que hay en los alrededores son estupendas y merece la pena visitarlas.
Recuerdo unas noches sorprendentes durante las fiestas del pueblo en la plaza principal, donde todas las generaciones se confundían y se entremezclaban al son de las guitarras y alrededor de las barbacoas de sardinas.
Fácilmente accesible desde Split (a unos 30 minutos en catamarán desde el puerto), vale la pena visitar la isla de Brac al menos durante un día si te alojas en esta región de Croacia.
El barco desde Split llega a Supetar, el pueblo principal de la ciudad y su "sede". El pueblo tiene el mismo aspecto que cualquier pueblo dálmata de los muchos que hay en Croacia. El color beis predomina en las construcciones del pueblo y el campanario de la iglesia es el principal punto de referencia.
Las playas de alrededor son bastante buenas y tienen mucho encanto. Sin embargo, el pueblo de Supetar no tiene nada de extraordinario. En Brac, lo mejor es subirse a un autobús nada más llegar a Supetar, en dirección al pueblo de Bol, al otro lado de la isla. El trayecto dura unos veinte minutos y atraviesa las colinas cubiertas de olivos. Una vez en Bol, te quedará andar 15 minutos más hasta la mítica playa de Zlatni Rat. ¡Vale la pena desplazarse hasta allí!