Loja, esta pequeña ciudad de paso entre los dos monstruos urbanos de Guayaquil y Cuenca, es un perfecto punto de partida para empezar a descubrir Ecuador. Se trata de una localidad rodeada de vegetación, no por nada se la considera una de las tres ciudades más verdes del mundo. Aquí, uno se siente bien, se puede percibir y respirar el aire puro por todas partes.
Aunque hay pocos atractivos turísticos de los que hablar, disfrutamos de un paseo por el parque que rinde homenaje a las ciudades más grandes del mundo (Moscú, París, México D.F. ...) recorriendo todas sus instalaciones, muchas de ellas para niños.
Un pequeño paseo por la orilla del río, eternamente verde, terminará de cargar tus pilas antes de aventurarte a recorrer los alrededores de Loja. Los pequeños pueblos de los alrededores de la ciudad son, de hecho, auténticos pequeños paraísos donde el tiempo parece haberse detenido. Catamayo, por ejemplo, merece realmente una visita.