La Bahía de Halong es famosísima. Yo tengo la suerte de poder compararla con otros parajes del sudeste asiático, como el parque nacional de Ao Phang Nga o la magnífica Bahía Honda. Personalmente, me quedo con esta última.
En Bahía Honda puedes descubrir islas increíbles con playas que no te crees que existan más allá de tu imaginación cuando quieres evadirte de la rutina. Luego hay otras que decepcionan, como la isla de Starfish, donde han construido edificios en la misma playa. La decepción se te pasa un poco cuando metes los pies en el agua y aparecen estrellas de mar por todas partes.
En cualquier caso, lo que más me molestó fue enterarme de que algunos islotes son propiedad privada. Si quieres internarte en aquellos paraísos en miniatura, antes tendrás que pedirle permiso al dueño.