No siendo un adepto del turismo de masas, estoy en desacuerdo con estas inversiones desmesuradas que transforman considerablemente esta isla. Me sentí atraído especialmente por White Beach, una larga playa de arena blanca, todavía esplendorosa a pesar de su significativo desarrollo. Dividida en tres sectores, la estación 1 es la más costosa con este gran número de resorts y restaurantes. La estación 2, de tránsito, lo es un poco menos, mezclando restaurantes y clubes animados, mientras que la «estación 3», la más cercana al puerto, es la más económica y la que más conviene a los mochileros y viajeros independientes. A decir verdad, la playa a nivel de esta sección me parece mucho más agradable y menos abarrotada que en los otros sectores.
En esta playa de arena fina y altas palmeras el único dilema será elegir una de las múltiples actividades acuáticas durante tu estancia en Filipinas. ¡Cuando haya viento, te recomiendo una actividad tan propia como agradable: unas horas de velero con la posibilidad de hacer un poco de esnórquel (si bien los lugares están casi por completo destruidos), dar la vuelta a la isla o, incluso, iniciarte en el cliff diving, para experimentar buenas sensaciones!
Los aficionados del kitesurf o del windsurf podrán ir a la playa de Bulabog Beach, en el extremo opuesto de White beach. Mientras que los que busquen un poco de tranquilidad irán al norte para descubrir Diniwid Beach, por ejemplo.
En resumen, Boracay es ideal para una estancia festiva, combinado de ociosidad y deportes náuticos. Me gustaría recordar, no obstante, que este desarrollo no controlado degrada y desnaturaliza esta isla día tras día. ¡Sé responsable!
Soy más bien de los que buscan los rincones alejados de los lugares convencionales, pero en esta ocasión me dejé seducir por Boracay. No hay más que decir, la playa es increíble. Con mucho viento durante el día, es ideal para la práctica de algunos deportes acuáticos. Al atardecer el viento se calma y es muy agradable contemplar las hermosas puestas de sol.
Sabiendo lo que me esperaba, Boracay me pareció muy agradable y no tan llena como me imaginaba. Por toda la playa se encuentran todo tipo de "Cafés del Mar" con bonitas decoraciones y música de moda. Un lugar estupendo para conocer gente, ir de fiesta o iniciarse en el kitesurf por ejemplo. Si bien no hay nada auténticamente filipino en este lugar concebido para el turismo de masas.
Cuando vayas de vacaciones a las Filipinas para salir de fiesta, no pases por alto a Boracay.