Como un ovni en el paisaje islandés, Jokulsarlon está aislado de los sitios turísticos del norte y del sur de la isla, pero hay que hacer el recorrido hasta allí para apreciar la belleza pura de los icebergs flotando a la deriva sobre el lago antes de tomar el camino hacia el océano.
Intento volver a este sitio todas las veces que puedo, ya que es todo un paraíso para los fotógrafos con los juegos de luz, transparencia y reflejos del agua y el hielo.
También me encanta el silencio que envuelve Jokulsarlon, interrumpido solamente por el crujir del hielo. Mágico. Es posible dar la vuelta en barco en verano, pero aún mejor es explorar los lugares a pie.
No te olvides de ir a ver los trozos de hielo repartidos por la playa que hay al otro lado del puente. Es espectacular.
Durante tu visita a Islandia, es en Jokulsarlon donde te sentirás realmente en el norte del mundo. Podrás ver icebergs de todas las formas y tamaños, con impresionantes matices de colores. Pulidos por las olas y desplazados por el agua, estos icebergs ofrecen una imagen que se sale de nuestra realidad, de nuestros tiempos, de nuestros códigos. Muy distinto a lo que estamos acostumbrados, Jokulsarlon es todo un placer para los sentidos.
Desde el otro lado del puente (en tierra), podrás ver la lengua de hielo del glaciar. Aquí tuve ocasión de avistar muchísimas focas. Sus cabezas emergen del agua según las corrientes, y según su propio capricho. Esta imagen deja huella y nos hace recordar esta naturaleza deslumbrante, tanto por sus colores depurados y su ruido sordo como por el frío penetrante. La laguna de hielo sin duda te reservará bonitos momentos.
La verdad no hay palabras para describir la belleza de este lugar. Con el glaciar de fondo, los bloques de hielo cayendo en el lago y produciendo un gran estruendo, van flotando hacia el mar, la playa de arena negra en la distancia, las montañas de los alrededores, colores azules, blancos y negros, el ruido del hielo crujiendo y el silencio que le sigue...
Es un lugar mágico, inpresicindible en un viaje por Islandia, y sigue siendo mi lugar favorito del país. Pasé muchas horas sentado contemplando el paisaje y haciendo el recorrido.