Glaumbaer es sin duda uno de los sitios culturales mejor preservados de Islandia y es muy interesante sumergirse en el pasado islandés a través de las casas de turba y de este emplazamiento único.
Cuando veo las tradicionales casas de turba, me doy cuenta de lo difícil que debía de ser la vida en aquella época. Sobre todo, la humedad parece no abandonar nunca los muros de turba y los suelos de tierra batida, aparte de su reducido tamaño y de la oscuridad reinante. ¡Muy bonitas para visitarlas, pero no para vivir en ellas!
Así, en Glaumbaer nos sumergimos en la vida rural de los siglos XVIII y XIX y tenemos ante nosotros los sitios mencionados en las famosas sagas islandesas, donde podemos imaginarnos a los que vivieron aquí antes que nosotros.
Para mí, es un lugar indispensable que difiere un poco del senderismo y de la exploración de sitios naturales.