Atrapado entre la cadena montañosa de Bongolava (al este) y la meseta de Bemahara (al oeste), el territorio de los Sakalava, o «aquellos con grandes valles», no disfruta de muchas corrientes de aire.
El origen de su nombre es gracioso. El rey Radama I le dijo al rey Ramihatro «miandry vazo aho» («estoy esperando a mi mujer»), tras un combate en el que se disputaba la mano de su hija.
Miandrivazo vive principalmente de la cultura del tabaco, los cacahuetes, las judías y la cría de cerdos y bovinos. También hay una granja de cocodrilos al lado del mercado. El principal interés que tiene Miandrivazo es que sirve de punto de partida para las excursiones en piragua o chalana que recorren Tsiribihina durante varios días en un viaje de expedición.
Normalmente la salida es en Miandrivazo. Allí se muestran ante nuestros ojos los tesoros de una naturaleza salvaje. Mangos y ceibas gigantes, plantaciones de tabaco, bosque de baobabs... Sin olvidar la vida cotidiana de los habitantes a los que podrás ver lavando la ropa o la loza en las orillas.
A lo largo del recorrido, podrás admirar la exuberante jungla que se alterna con vastas llanuras. Observar tranquilamente los camaleones, tortugas, lémures que habitan los alrededores. Si desciendes a tierra, no te puedes perder la sublime cascada de Anosin’Ampela. Uno de los puntos distintivos de esta excursión fluvial son las gargantas de Bemaraha y sus magníficos acantilados graníticos.