A mi paso por el delta del Mekong durante mi viaje por Vietnam, no pude resistirme a hacer una parada en Can Tho. El primer día me limité a contemplar la vida fluvial y visitar el increíble mercado de Cai Khê. Está limpio y tenían todo un caleidoscopio de frutas y verduras locales. En cuanto a las carnes y pescados, se estropean un poco en los puestos. Además de lo típico, había puestos con aves de corral, carnes de vaca y de cerdo, una amplia gama de tortugas, ranas asquerosas, anguilas viscosas, serpientes e incluso el mortal ca nóc. Es un pez feísimo, hinchado como un globo, cuya bilis contiene un veneno ultrapotente. Hay que saber muy bien cómo prepararlo para poderlo cocinar y que sea comestible.
Al día siguiente, hice el clásico paseo por el Mekong y fue una pasada: seis horas navegando por la corriente del río, cruzando mercados flotantes de lo más auténtico y aventurándonos por los canales más recónditos. No te lo puedes perder bajo ningún concepto, la excursión de Can Tho fue la mejor.