En los alrededores del lago se han formado varios pueblos flotantes llenos de vida: 3 pueblos en las cercanías de Siem Reap y 2 en Phnom Penh.
El Tonlé Sap es donde se desarrolla de verdad la vida de los camboyanos, que pescan y viven sobre el lago. Tuve la oportunidad de conocer varios pueblos flotantes, y en cada ocasión encontré hermosas imágenes de la vida cotidiana, con niños jugando en el agua, restaurantes flotantes, lavando los platos en el lago, etc...
Para mí es una excursión que no te puedes perder en un viaje por Camboya, ya que es allí donde puedes acercarte más a la población y tener un trato más estrecho, en especial si haces una ruta en piragua o en un bote a motor.
Entre la estación de lluvias y la seca, el nivel del lago Tonlé Sap varía considerablemente. En la estación de las lluvias, hasta un 25% de la población del país vive en el lago o sus orillas.
Desde Siem Reap puedes alquilar un tuk tuk para ir a los poblados flotantes más cercanos. Yo me acerqué al pueblo construido sobre pilotes de Kampong Pleuk. Una excursión muy bonita. Al principio había planeado ver la puesta de sol en el pueblo, pero el capitán del barco quería volver a toda costa al embarcadero para coger más clientes. Un poco decepcionado, me consolé en la carretera hacia Siem Reap con una hermosa puesta de sol en los campos de arroz.
La excursión a Kampong Pleuk no es una visita imprescindible si vas a tomar un barco para ir de Siem Reap a Battambang. Durante esta hermosa travesía tendrás la oportunidad de pasar junto a muchos poblados flotantes. Ese viaje fue uno de mis favoritos. Infórmate bien antes sobre el nivel del lago, el trayecto puede ser muy largo, y casi impracticable en algunas estaciones. En enero nos duró un poco más de 8 horas.
La primera vez que navegué por el Tonlé Sap, fue durante el transcurso de una excursión para conocer el pueblo flotante de Kompong Khleang desde Siam Reap. Tras haber navegado por uno de los brazos del río, pasando junto a las casas sobre pilotes, terminé el día disfrutando de una impresionante puesta de sol en el lago.
Dos días más tarde, me embarqué por 9 horas en un barco por el Tonlé Sap para llegar a Battambang, y pasar nuevamente por delante de las innumerables casas flotantes, sin dejar de admirar la animación que se respiraba sobre el lago.
Porque el lago es el verdadero corazón de la vida camboyana, es impresionante ver a la gente organizarse allí y vivir encima de él. Este trayecto se encuentra entre los paisajes más hermosos de mi viaje, y disfruté mucho de los breves intercambios con la gente local, que aceptaban mi presencia en medio de su vida y sus actividades.