Desde el punto de vista estético, no le vi demasiado interés a la ciudad de Pereira. Sin embargo, vale la pena ver la Catedral de Nuestra Señora de la Pobreza (no dejes de admirar su arquitectura interior) y la estatua del Bolívar Desnudo en la plaza de Bolívar.
Si quieres probar unos buñuelos deliciosos, hay varios sitios especializados.
También te aconsejo que vayas a ver alguna hacienda o cooperativa de café al salir de Pereira. Hay muchos pequeños productores dispuestos a recibir a los turistas y enseñarles los distintos procesos de su fabricación, pasando por la cosecha, el despulpado, la fermentación, el lavado e incluso el tueste.
Después, podrás probar un excelente café recién molido y comprárselo directamente al productor. Imprescindible si estás visitando la región del café de Colombia durante un viaje, ¿verdad? Pero mucho ojo: un «tinto» es un café, ¡y no un vino como en España!
No obstante, el café no es la única especialidad de la región de Pereira. Déjate seducir por la deliciosa sopa de guineo, hecha a base de plátano, aguacate, arroz y carne de buey picada.
Pereira, situada entre Armenia y Manizales, es una ciudad de unos 400 000 habitantes ubicada en el centro de Colombia. Además de por algunos edificios y plazas, como la Catedral de Pereira y la Plaza Simón Bolívar, o por su animada vida nocturna , la ciudad es conocida por sus plantaciones de café, y es quePereira forma parte de la región colombiana del café.
Si deseas conocer el proceso de elaboración del café, te recomiendo que visites la Finca Don Manolo, a pocos kilómetros de Pereira. Don Manolo y su esposa estarán encantados de explicarte las distintas etapas del proceso de producción del café, desde que se cultiva en las plantaciones hasta que llega a tu taza. Debo destacar su hospitalidad y amabilidad. ¡He de decir que la buena fama de los colombianos es más que merecida!
La visita a las plantaciones de café es una cita obligada durante cualquier estancia en Colombia. No olvides de llevarte a casa algún que otro paquete del café más exquisito y auténtico. ¡Nada que ver con el de Starbucks!