Nueva Caledonia. Al oír este nombre enseguida se imaginan lagos azules, extensas playas de arena fina dorada al sol, la naturaleza exuberante... Lejos de defraudar, ¡Nueva Caledonia cumple todas las expectativas ! Hay que decir que la combinación de las praderas de niaoulis al oeste, las paradisíacas playas de Kormac al norte y la isla de Los Pinos al sur hacen de este archipiélago un verdadero paraíso terrestre. La isla principal, Grande Terre, es una mezcla de bosques vírgenes, inmensas extensiones de playas, de lagunas y cascadas. Más abajo, la isla de Los Pinos alberga verdaderos tesoros coralinos entre los que se encuentran el sublime arrecife de Gadji. Tomar una copa de kava-kava en Nouméa, zambullirse en los coloridos fondos del océano Pacífico, sobre volar El Corazón de Voh, no son más que algunos ejemplos de lo que espera al viajero en Nueva Caledonia.