Si vas a hacer un viaje al Líbano próximamente, toma nota de estas recomendaciones sobre qué meter en tu maleta.
En cuanto a la ropa, debes saber que el Líbano tiene un clima mediterráneo, que las temperaturas pueden rondar fácilmente los 35°C en verano y que el sol brilla en un cielo despejado durante 300 días al año. Por lo que lo ideal es que incluyas en tu maleta ropa ligera que te ayude a soportar el sofocante calor. Sin embargo, si se desean visitar lugares religiosos o menos turísticos, se deberá ser discreto con la ropa, e ir cubierto un mínimo de hombros y piernas. Seguramente te apetezca bañarte en sus costas por lo que no olvides ropa y complementos de playa, ni un calzado cómodo para caminar, ya que harás excursiones y rutas de senderismo. Según la época del año y especialmente por la noche, puede resfrescar algo más, así que lleva ropa algo más abrigada.
Prepara un buen botiquín para las emergencias, además de los medicamentos clásicos para las molestias y heridas leves que puedan producirse en el día a día (tiritas, medicamentos contra problemas estomacales...), añade una buena crema de protección solar para tomar el sol de forma segura y evitar quemarte, y aftersun.
Para regresar con un bonito recuerdo y mostrar a tus amigos y seres queridos que el Líbano es un magnífico país, necesitarás una cámara de fotos o vídeo y tarjetas de memoria. Aunque esperamos que no tengas que hacer uso de ella, lo ideal es que incluyas en tu maleta una fotocopia de tu pasaporte, será muy útil en caso de que pierdas el documento original.
La moneda local es la libra libanesa, pero el uso del dólar americano y de las tarjetas de crédito está extendido en todas las zonas turísticas; podrás pagar con ello o en efectivo con la moneda local, cuando cambies a tu llegada.
Cosas que no deben faltar en tu maleta
- El permiso internacional de conducción para poder alquilar y conducir un vehículo
- Una cámara de fotos para capturar tus mejores recuerdos
- Una tarjeta de crédito, dólares americanos o la libra libanesa en efectivo
- Una fotocopia de tu pasaporte, muy útil en caso de pérdida
- Crema de protección solar y aftersun
- Un repelente antimosquitos
- Un botiquín de emergencias bien equipado para las molestias y heridas leves que puedan producirse en el día a día
- Chanclas para la playa y calzado apropiado para hacer excursiones y senderismo
- Ropa de baño para disfrutar de la playa
- Ropa que cubra el cuerpo para visitar los lugares religiosos
- Ropa ligera para hacer frente a las temperaturas más altas