Visitar Masada resulta imprescindible durante un primer viaje a Israel, dada su belleza y la calidad de sus ruinas. Masada, verdadero palacio-fortaleza construido sobre un promontorio con fama de inexpugnable, se impone majestuosamente sobre el paisaje circundante y ante los ojos asombrados del visitante. Aunque no te gusten los sitios arqueológicos, si visitas el lugar podrás, al menos, contemplar la ubicación privilegiada del lugar y darte cuenta de que existen ciertas ruinas cuyo estado de conservación es realmente bueno. Las fortificaciones, la rampa de asalto y los campamentos militares son testigos únicos de la arquitectura de su época. Por otro lado, los arqueólogos han elevado ligeramente los muretes y las murallas para que los visitantes puedan hacerse una mejor idea del aspecto original de la fortaleza. Varios paneles informativos con ilustraciones completan estas reconstrucciones.
En el mes de junio se organiza a los pies del sitio un festival de ópera al aire libre.