Desde la estación de tranvía Herzl Mount, es fácil orientarse para llegar a la entrada: el museo de historia, el edificio principal del monumento conmemorativo, puede verse a lo lejos. La forma de este representa la parte inferior de una estrella de David.
Me vinieron a la mente mis clases de bachillerato sobre el Holocausto al recorrer las salas didácticas, muy bien tematizadas. Estas cuentan con grandes paneles en los que se explican los hechos históricos y que van acompañados de fotografías y vídeos de la época.
Es imposible no sentir escalofríos durante la visita a los monumentos y a los espacios que conforman el monumento conmemorativodeYad Vashem: la avenida de los Justos, el vestíbulo del Recuerdo, el monumento conmemorativo de los niños y, sobre todo, el vagón del ganado, en el que está expuesto un vagón de la "Deutsche Reichsbahn" que servía a los convoyes de la muerte.
Uno de los imprescindibles de cualquier viaje a Israel.
Yo visité el monumento conmemorativo de Yad Vashem la primera vez que viajé a Israel. Para mí, era importante adquirir un conocimiento más profundo del tema para poder entender mejor algunos aspectos de la sociedad israelí.
Aunque es uno de los imprescindibles del viaje, también hay que tener en cuenta que elmonumento conmemorativo de Yad Vashem muestra a veces todo el horror vivido durante el Holocausto de una forma bastante cruda. De hecho, el museo intenta que los visitantes aprendan más sobre la historia a través de experiencias personales de las víctimas (testimonios, objetos personales, etc.). El lugar es increíblemente grande y no se puede visitar deprisa y corriendo, ya que el tema te dejará tocado y asombrado. Así que dedícale por lo menos medio día a esta visita.