Durante tu viaje por Jamaica, tendrás una ocasión única de conocer una religión bastante singular: el movimiento rastafari.
No te llevarás grandes sorpresas cuando descubras el panorama religioso del país durante tu viaje por Jamaica. Como en todos los demás países de la región, hay mucho fervor religioso y la gran mayoría son cristianos. Para ser más concretos, un 55% de la población es protestante, mientras que los católicos solo ascienden al 5%. Las comunidades musulmanas, judías e hinduistas son muy minoritarias, mientras que los adventistas, bautistas, pentecostalistas, evangelistas, metodistas, anglicanos, moravos y testigos de Jehová aumentan un poco cada año. En un país fuertemente marcado por la cultura afrocaribeña, el animismo también se practica mucho. Se consulta mucho a los brujos y son frecuentes los ritos de sacrificios de animales para atraer o repeler la mala suerte, para curar enfermedades o para tomar una decisión importante. Aunque no seas muy creyente, no dudes en asistir a alguna misa el domingo. Los jamaicanos llevan su mejor ropa y su fervor alcanza su punto álgido. Durante las horas que dura el oficio, los cánticos se oyen desde las calles.
El movimiento rastafari es una religión única en su clase. En Jamaica la practica un 35% de la población. La religión rastafari apareció tras la abolición de la esclavitud gracias a las ideas de su padre espiritual, Althyi Rogers. También se han identificado orígenes más antiguos, en la época de Menelik, el hijo de la reina de Saba y el rey Salomón. Su descendiente Ras Tafari es considerado por los Jamaicanos como Rey de Reyes y Mesías de todos los rastafaris. A partir de ese momento se originó la ideología rastafari, que la población más pobre predicó por toda la isla. Perseguidos durante mucho tiempo por el gobierno y la policía, los rastas tuvieron que huir a la montaña y vivir sus creencias de forma clandestina. Hoy en día viven un poco al margen de la sociedad. Son bastante pobres y se conforman con lo mínimo. Están en contra de Babilonia y cultivan su propia ganjah o hierba sagrada. Les reconocerás por sus trenzas y por llevar los tres colores: rojo, amarillo y verde. Debes saber que el movimiento rastafari es una auténtica corriente de pensamiento, una auténtica ideología, una auténtica religión. Sus seguidores reales no tienen nada que ver con los rastas jóvenes que los imitan y adoptan el look por moda y para hacerse fotos con los turistas.