A medio camino entre las ruinas de Copán y las islas de la Bahía, el mayor lado de Honduras: Lago de Yojoa. La formación del lago se debe a una depresión de origen volcánico y al sur encuentran restos de una manifestación geotérmica: fuentes cálidas. ¡Perfecto para el baño! Los alrededores del lago son un formidable terreno de exploración: observar la fauna, descubrir la flora... En resumen: aventuras. Esta zona fértil y húmeda tamibén permite el cultivo del café.
El lago de Yojoa figura como un imprescindible en el itinerario por Honduras de muchos viajeros. Con una superficie de 80 km2 esta vasta extensión de agua y sus orillas son el habitat de una fauna abundante. Cerca de la mitad de las especies de aves del país se encuentran censadas allí. Te recomiendo dar una vuelta en barco con un guía local, al alba si es posible. Es en ese momento cuando se ve a una mayor variedad de especies diferentes. Jacanas, garzas, garceta, águilas, tucanes, etc. comienzan el día buscando el desayuno y no te los puedes perder. La economía local se basa esencialmente en los recursos generados por el lago, principalmente gracias a la pesca. Si el corazón te lo pide, ¡lanza la caña!
Amantes de la naturaleza, tendrás la posibilidad de perseguir a la fauna y admirar la flora en el Parque Ecológico Los Naranjos. Situado en la orilla norte del lago, el parque también alberga las ruinas de una antigua ciudad. Allí verás algunos vestigios de piedra que justifican el nombre del parque pero sigue faltando información. Lo más interesante de esta visita sigue siendo la bella diversidad biológica del lugar.
Finalmente, otro lugar poco visitado por los turistas pero que también vale la pena: las cuevas de Taulabé al sur del labo. Verás magníficas composiciones calcáreas, estalagmitas y estalactitas y el recorrido está bien iluminado. Y, por una vez, el precio aplicado a los turistas no es desporporcionado, lo que quizás no dure mucho. Si estás en la orilla norte del lago, no te pierdas la visita a la plantación de café El Paraíso. Es un bello lugar donde veras como crece el café, pero no sólo eso. El resto del parque también muy bello y podrás admirar una selva exhuberante con plataneros, bambús y muchas flores exóticas.
Hace calor en esta región humeda y, en ocasiones, un baño en plena naturaleza es una buena opción. Para hacerlo las cascadas Pulhapnazak son sin duda alguna las más conocidas del lugar. Un pequeño paseo desde San Buenaventura te da acceso. El mirador sobre las cataratas es magnífico. Y para ir hacia las cuevas, tendrás que descender hasta el río y después atravesar las aguas Más vale ir en traje de baño. También te puedes bañar en la cascada Cacao, menos conocida. La entrada del camino no siempre es fácil de encontrar, no olvides informarte bien antes de ir.
Y si hace mal tiempo, lo ideal es ir a bañarse en las fuentes calientes de Azacualpa. Puedes optar por entrar en el complejo termal con piscinas y hamacas, pero también puedes bañarte en las fuentes, en un brazo del río con baño de vapor natural. Para ello, tendrás que preguntar el camino a alguien in situ pues no está indicado.