Es un viaje muy especial, lo más importante es aceptar el país tal y como es, su idiosincrasia.
Lo mejor de todo es su gente, amable, servicial, cariñosa....
A lo largo del viaje he descubierto ciudades preciosas, que te transportan a otra época, principalmente Trinidad y Barbacoa, auténtica cubania. La Habana y Santiago me decepcionaron, sucios, abandonados incluso miseria, triste, muy triste.
Mi recomendación es ir preparados para encontrar muchas limitaciones en todo, servicios, comidas, etc.
Con el dinero hay que tener precaución ya que los cambios a moneda local son variables, pero aceptan y les encantan los euros y los dólares, es un país caro.
En cuanto a la agencia tengo que decir que un 10, excelente programación, los chóferes excepcionales, los representantes de lujo, los guías inmejorables.
Hay que visitar Cuba y aceptar su situación pero que es deseable que varíe por el bien de la población.
Es muy difícil explicar todas las vivencias en pocas palabras, sólo recomendar recorrer Cuba para conocerla y apreciarla con su idiosincrasia.