Durante las fiestas populares de Costa Rica, no es raro presenciar desfiles de jinetes. El país cuenta con una cultura ecuestre muy arraigada, principalmente en la región de Guanacaste, donde abundan las ganaderías. Así pues, los viajeros tienen muchas posibilidades de montar a caballo en toda Costa Rica. Existen muchos terrenos adecuados para estos recorridos, que permiten acercarse al máximo a la naturaleza y al mundo animal.
Las extensas playas de arena de la provincia de Guanacaste, frente al Pacífico, son un escenario de ensueño para pasear a caballo y disfrutar de un atardecer precioso. Puedes elegir Tamarindo, Playa Hermosa o Sámara, por ejemplo.
Los caballos también recorren senderos fabulosos por todo el país en las laderas de los volcanes. En el parque nacional Volcán Tenorio cruzarás , durante 2 horas y media, campos y bosques que albergan árboles centenarios, así como ecosistemas en los que habita una gran cantidad de aves tropicales. Alrededor de Arenal, ya sea durante unas horas o varios días, tu fiel corcel te llevará de los prados a los ríos, de la selva a las cascadas. Montar a caballo es una opción agradable y respetuosa con el medio ambiente para descubrir estos paisajes. El parque nacional Rincón de la Vieja, epicentro de la tradición de los sabaneros (vaqueros costarricenses), te permite descubrir una de las facetas de la identidad de Costa Rica. Podrás salir de tu rancho a galope y explorar las vastas llanuras de la región.
Por último, no te marches de Costa Rica sin antes visitar las cataratas de Nauyaca a caballo. Esta preciosa ruta de 12 km incluye varias pausas refrescantes donde podrás bañarte sin límites. ¿Quieres emprender una travesía itinerante a caballo de varios días de duración? Ponte en contacto con tu agencia local colaboradora de Evaneos, que podrá organizarla para ti.