¿Cómo imaginar un viaje por Guatemala sin hacer escala en Antigua, que enamora a los viajeros por su marco espectacular, la belleza de su arquitectura y las numerosas actividades que ofrecen sus alrededores?
Apenas atraviesas el punto que señala la entrada de la ciudad, te das cuenta de la importancia que pudo llegar a tener Antigua. Sus calles empedradas, sus coloridos edificios de estilo colonial... te sientes lejos de los rascacielos de la capital, sin embargo se encuentra a solo una hora. En efecto, Antigua se impuso como centro político y cultural de la América central colonial a partir del siglo XVI, cuando la ciudad fue nombrada capital de lo que en aquella época se denominaba "Goathemala". Desgraciadamente, el terremoto de 1773 destruyó la ciudad y sus principales construcciones, lo que condujo al desplazamiento de la capital a la actual Ciudad de Guatemala.
Nunca mejor dicho, como consecuencia de los grandes esfuerzos de reconstrucción, la ciudad ha podido renacer de sus cenizas para convertirse en la joya que es en la actualidad. No todos los edificios fueron restaurados y muchas ruinas se han mantenido tal cual. En ocasiones transformadas en jardines, invitan al descanso en una atmósfera muy particular. Muchos matrimonios se han celebrado en estos antiguos monasterios y conventos, que se convierten en escenarios de ensueño. No es sin motivo que Antigua fue incluida en el patrimonio mundial de la UNESCO en 1979. A la belleza arquitectónica de la ciudad se une su marco notable formado por tres volcanes : el Agua, el Acatenango y el Fuego. Este último, todavía activo, inundó recientemente la ciudad de cenizas a raíz de la erupción de febrero de 2015. Si los amantes de las excursiones a pie se atreverán con la ascensión de un volcán, muchas otras actividades son posibles en Antigua: museos, paseos en bicicleta o a caballo, visita de las explotaciones de café o incluso cursos de idiomas. La vida nocturna es igualmente muy animada y la oferta de hoteles y buenos restaurantes, amplia. Por último, para los amantes de las compras, las hermosas tiendas del centro te permitirán encontrar artesanía de calidad y, a veces, más original que la de los mercados tradicionales.
Si hay una época por excelencia para visitar Antigua, esa es Semana Santa (en Pascua), celebrada con fervor en toda Guatemala y particularmente en la antigua capital. A pesar del aumento creciente de los evangelistas en los últimos años, el país sigue siendo mayoritariamente católico y las celebraciones de Pascua son una grandiosa demostración de fe. Durante una semana, la ciudad se detiene para vivir al ritmo de las procesiones que recuerdan la pasión de Cristo. La gente desfila por las calles en procesiones que duran de la mañana a la noche. Pero lo más notable son las famosas alfombras, tapices realizados sobre el suelo a base de serrín de colores, agujas de pino, flores, frutas... ¡y a veces, incluso, de caramelos! Uno se queda fascinado ante la destreza con la que los guatemaltecos fabrican estas alfombras, alegremente pisoteadas, sin embargo, durante el paso de las procesiones.
Un consejo, si estás en Guatemala en esta época, reserva con anticipación un alojamiento a fin de poder asistir a estas procesiones que valen verdaderamente la pena, incluso para los no creyentes.