Observar el sorprendente fenómeno de la bioluminiscencia en el golfo Dulce

En Costa Rica, hasta el animal más pequeño resulta increíble. Uno de ellos es el responsable de un fenómeno inusual y deslumbrante que puede contemplarse en el golfo Dulce. Para verlo, hay que desplazarse hasta una de las playas de la bahía (San Josefino, por ejemplo) al caer la noche. Durante el camino, presta atención a los cantos de la naturaleza. La emblemática rana de ojos rojos, activa de noche, podría estar agazapada entre la vegetación.

Al llegar a la playa, subirás a bordo de una barca. Ahora es cuando realmente comienza el espectáculo. Al moverse, la barca genera luz en el agua como por arte de magia. En realidad, un plancton de propiedades asombrosas responde a los movimientos del agua. Como reacción, sintetiza moléculas químicas que se transforman en energía lumínica, fenómeno conocido como bioluminiscencia. Como resultado, se forman estelas centelleantes sobre la superficie. En cuanto la barca se detiene, el océano va recuperando poco a poco la oscuridad. ¡Excepto si saltas al agua! Al nadar, el plancton reacciona de nuevo. Te sentirás como en un cielo estrellado. Es un momento de extraña belleza.

El kayak también es buena opción para contemplar este espectáculo. Si sales a última hora de la tarde, disfrutarás de una sublime puesta de sol en el golfo Dulce. Por otra parte, si no tienes alma de marinero, no te preocupes; este maravilloso fenómeno también puede observarse desde algunas playas, como Punta Preciosa. El retroceso de las olas excita igualmente el plancton bioluminiscente para que puedas vivir una escena mágica.