Las marismas, lagunas y manglares conforman una red densa que alberga una fauna notable (martines pescadores, cangrejos, mapaches). Para acercarte a ellos y penetrar en los rincones más desconocidos de este mundo acuático, lo mejor es utilizar una embarcación sin motor (barca, kayak), así no alterarás el ritmo de la fauna local. En el parque nacional Tortuguero, a ras del agua, te sentirás parte de la naturaleza, que te desvelará sus más bellos tesoros (boas, caimanes, nutrias, monos aulladores y capuchinos), al igual que en Boca Tapada, región poco conocida situada en el noreste del país.
Los pantanos son lugares codiciados por las aves migratorias en busca de alimento. Es el caso de la reserva de Caño Negro, donde los patos cuchara rosas, los patos aguja americanos, las cigüeñas y los ibis acuden a descansar y recuperar fuerzas. Un barco silencioso permite aproximarse a ellos sin alterarlos. Más imponentes son los animales que te esperan en el río Tárcoles, donde residen enormes cocodrilos. Pero no te preocupes, a bordo del barco estarás a salvo y podrás verlos muy de cerca. ¡Las emociones fuertes están garantizadas!
Otro entorno fascinante es el de los manglares. Los mangles forman bosques que parecen flotar sobre el agua. Esta maraña presente tanto en el aire como bajo el agua, crea un refugio idóneo para peces, cangrejos y caimanes, así como para aves, serpientes y mamíferos. Como ejemplo de ello, puedes explorar el manglar de Sierpe. Es tan notable que la UNESCO lo ha clasificado como Patrimonio de la Humanidad por sus dimensiones y su diversidad.