La isla más grande de Las Antillas, con su litoral de arena fina, es el paraíso del descanso. Los cayos, unas pequeñas islas de ambiente íntimo diseminadas alrededor de Cuba, harán realidad tus sueños de arena blanca, coral y agua turquesa. En Cayo Largo, en la costa sur, podrás tumbarte en unas playas que parecen de otro mundo, mientras que en el golfo de México podrás descansar bajo las palmeras de Cayo Levisa. Después, podrás ponerte el tubo y la máscara para salir a conquistar los fondos marinos.
En el sureste del país, a unos 60 km al noreste de Holguín, podrás visitar Guardalavaca, especialmente las playas de Esmeralda y de Pesquero. Los piratas de antaño han sido sustituidos por los amantes de la buena vida, que dividen su tiempo entre dormir la siesta y darse un chapuzón, leer al sol y disfrutar del pescado fresco junto al mar.
Al abanico de colores de la ciudad de Trinidad, en la costa sur, hay que añadirle el blanco inmaculado de la playa de Ancón, a unos 10 km de allí. Después de una sesión de snorkel o buceo para rastrear los restos submarinos, no dudes en quedarte un poco más en la playa. Cuando el sol se pone en el mar Caribe, el azul de las olas y el verde de las palmeras brillan sobre el cielo anaranjado.