El parque nacional más pequeño de Nueva Zelanda, aunque uno de los más hermosos, conocido por el famoso Abel Tasman Coast Track, una caminata de 50 km que se puede hacer entre tres y cinco días de marcha.
Infórmate bien con el DOC sobre los horarios de las mareas antes de salir de caminata, algunos pasajes sólo se pueden cruzar con la marea baja. Llévate repelentes para mosquitos, por la tarde son fereoces.
En dos ocasiones tuve la oportunidad de ir al Abel Tasman National Park, uno de mis lugares favoritos en Nueva Zelanda. Para mí es la imagen de postal por excelencia: bosques frondosos, playas de arena fina, aguas cristalinas, un lugar que no tiene nada que envidiar a la islas paradisíacas, a no ser por la temperatura del agua... Si quieres disfrutar de un baño, elige el verano, no tuve el valor de hacerlo cuando volví en el mes de octubre.
Pasé cinco días caminando por los senderos del Abel Tasman Coast Track, una caminata al alcance de todos con un ligero desnivel y acompañada de numerosas pausas para darse un baño. Establecido con mi camioneta en un camping de Totaranui, a unos metros de la playa y con un acceso al sendero, me encontraba ubicado de forma ideal para realizar la caminata del día. Otra opción es la de hacer todo el recorrido, de Marahau a Wainui, haciendo una parada en los camping y refugios del DOC situados a lo largo del camino. También se puede explorar la región en canoa.
Me gustó mucho la visita al Separation point, en donde pude ver una colonia de lobos marinos. Cuidado donde pisas, yo mismo pasé muy cerca de un león marino que dormitaba en las rocas sin que me diese cuenta.
Una parada imprescindible durante tu recorrido por Nueva Zelanda si eres como yo, un amante de las caminatas y de las playas paradisíacas.
La mejor forma de descubrir todos los atractivos del Parque Nacional de Abel Tasman es recorriendo el « great walk » que conecta Marahau con Wainui Bay. Esta caminata de 55 kilómetros que circula por la costa me fue llevando de bahía en bahía, atravesando los frondosos bosques, y pasando por desfiladeros que cada vez parecían más altos (no te preocupes, son tan sólo los kilómetros en las piernas los que dan esa sensación).
A lo largo del recorrido, mis noches estaban reservadas en los camping públicos, todos ellos diferentes unos de otros. Uno de ellos, al abrigo de los árboles junto a una gran playa de arena amarilla, y que contaba estrictamente con lo mínimo (grio y aseos), ofrecía cinco espacios para tiendas. Realicé el recorrido en temporada baja, sí que el lugar quedó exclusivamente para mí. Qué tranquilidad y vaya espectáculo impresionante al levantarme.
Al llegar al Separation Point, punto situado en el extremo de la bahía de Abel Tasman, al principio me hizo acordar de las costas rocosas bretonas. Aprovechando el buen tiempo, muchas focas se encontraban reposando sobre las rocas, mientras que otras se dedicaban a hacer piruetas en el agua.
Tras viajar por la tortuosa carretera que une Nelson y Motueka, llegas a la región de Abel Tasman, un auténtico paraíso para los apasionados por la naturaleza .
El parque Abel Tasman destaca principalmente por sus playas de arena dorada y con unas aguas de color turquesa que se extienden hasta el horizonte. Hice kayak en esa zona y considero que es una forma estupenda de descubrir la costa. Según el tiempo del que dispongas, podrás relajarte en una de las calas del parque y caminar hasta la siguiente parada (que suelen estar a unas horas las unas de las otras) en la que te recogerá el barco.
Lo mejor es hacer una caminata de 3 a 5 días para descubrir todo el parque. Y si aún quieres más, debes saber que justo al lado del parque se encuentra la Golden Bay, que también alberga lugares impresionantes.