Mis escapadas por Nueva Zelanda me llevaron en dos ocasiones por Mont Cook, y este último no siempre se deja observar fácilmente. De hecho, cada vez, este gigante se camuflaba bajo una niebla más o menos densa, que solamente se despejaba parcialmente.
Desde el Mont Cook Village, salen los caminos de senderismo más o menos largos que ofrecen vistas del Aoraki (nombre maorí del Mont Cook). La caminata del valle Hooker me llevó hasta el glaciar con el mismo nombre, teniendo como fondo el paisaje de los Alpes del Sur (si el tiempo te permite ver algo, por que en mi caso no vi nada). De vuelta al pueblo, te sugiero ir a visitar el pequeño museo del centro de información, que muestra la evolución de los equipamentos de alta montaña, así como las primeras ascensiones a la montaña.
Al abandonar el pueblo, tomé el camino que llegaba al glaciar Tasman, desde donde salen otras rutas. Desde allí el panorama de la cordillera montañosa y el valle es excepcional, y se puede observar el Mont Cook desde su otro lado. El trayecto conecta Twizel con el Mont Cook Village a lo largo del lago Pukaki, que tiene colores azules con tonalidades que varían según el tiempo, haz allí una parada.
Desde lo alto de sus 3.724 metros, el Mont Cook/Aoraki (nombre maorí), es la montaña más alta del país, y domina de forma señorial los Alpes neozelandeses. A su lado, 27 otras cumbres alcanzan más de 3.000 metros en los Alpes del Sur. Un entorno ideal para descubrir caminando.
Habiendo colocado mi base en el camping de DOC, punto de partida de varios senderos y con unas vistas fantásticas de las montañas, estaba situado de forma ideal para explorar el Parque Nacional de Mont Cook. Pasé cuatro días peinando los caminos de senderistas.
Te recomiendo en especial la caminata de Hooker Valley. Es muy fácil, y es accesible para todos. Te lleva hasta el lago glaciar de Hooker cogiendo un camino corto con unas hermosas vistas de las cumbres de los alrededores. También me quedé cautivado por la caminata que llega a Sealy tarn, un poco más dura, pero maravillosa. Te aviso que la subida va a ser dura. El desnivel no es demasiado fuerte, pero la mayor parte del ascenso se hace subiendo unas escaleras acondicionadas, como suele pasar en Nueva Zelanda. Y para mí, es la misma historia de siempre, sé que voy a pasarlas canutas.
La verdad es que no hay nada como eso para fortalecer los músculos y quedarse sin aliento en un instante. Afortunadamente, el esfuerzo obtuvo su recompensa con un panorama asombroso de los glaciares, las cumbres de los alrededores y el Mont Cook.