
Visto el clima de seguridad reinante en las dos islas, tu estancia en Nueva Zelanda debería desarrollarse en las mejores condiciones. Efectivamente, declarado como uno de los países más seguros del mundo, Nueva Zelanda es un destino relajante donde el viajero se sentirá rápidamente como en casa en un ambiente sereno.
Nueva Zelanda es un país conocido por su seguridad y la actitud relajada de los kiwis (gentilicio de los neozelandeses) te lo probará. Efectivamente, algunos nunca cierran con llave sus casas, otros dejan su coche con el motor encendido mientras compran algo. Nunca verás a un neozelandés temoroso, sujetar su bolso cada vez que se cruza con alguien, todo lo contrario, incluso por la noche, siempre los encontraras tranquilos. Esta atmósfera es de lo más agradable y rápidamente sentirás esta ausencia de desconfianza.
Aunque sea agradable vivir en Nueva Zelanda, como en cualquier parte del mundo hay problemas de robos y agresiones.
Efectivamente, si dejas tu coche en un parking de senderismo en un rincón aislado, ten cuidado de no dejar objetos de valor a la vista, pues los coches pueden ser visitados y vaciados…
Por otra parte, la práctica del autoestop está muy extendida en Nueva Zelanda, pero puede acabar mal, sobre todo para las mujeres que viajan solas. Antes de subirte a un coche, es preferible anotar la matrícula del vehículo y enviársela a un amigo. ¡Pero tranquilo, los casos denunciados son muy pocos!
En caso de cualquier problema, dirígete a la comisaría más cercana o pide ayuda a un neozelandés, ¡siempre están dispuestos a echar una mano y ayudar a los viajeros!