


El Cerro Blanco, situado cerca de Nazca, en el sur de Perú, debe su nombre al tono inmaculado de la arena que lo cubre. La duna más alta del mundo se erige frente a las montañas de los Andes, entre las que se cuelan las nubes. A 2000 m de altitud, los más intrépidos se lanzan a la pista sobre una tabla de duna, una sandboard o unos esquíes.
¡Y aquí no hay remontes que valgan! Hay que subir a pie durante al menos 3 horas, al alba, o acampar en la misma cumbre, bajo la noche estrellada. Para bajar, sigue los consejos de un guía y ¡no olvides encerar tu tabla! Y... ¡lánzate a la aventura! Durante el descenso, unos dejan estelas aleatorias a sus espaldas mientras otros hacen saltar la arena por los aires con sus piruetas.
A aproximadamente 150 km al norte de Nazca y a menos de 5 km de la ciudad de Ica, podrás adentrarte en un lugar imperturbable.Durante tu tranquila estancia junto al oasis de Huacachina, anímate a descender las dunas con tu sandboard en mitad del desierto. Por qué no pruebas a conquistar los montes de arena bajo la tenue luz del atardecer.